La seducción del velo
& lo divertido que es desenvolver.
La línea es mi abc, el lenguaje de las historias que quiero contar.
Pero casi igual o más importante, es la manera en que cuento estas historias.
Creo que mi identidad artística no solamente reside en ese abc, si no en la manera en la cual comunico y en el juego de alternancia entre ausencia/presencia que se genera al superponer las distintas capas de dibujo para formar una misma obra.
Propongo un vínculo íntimo y cercano con las obras, que excede la escala de las líneas, y se intensifica con la acumulación de numerosas hojas de papel vegetal y/o de arroz , dado que para descubrir que hay en las capas de atrás uno debe tratar de “desenvolver” o “desnudar”.
Trabajo con distintos gramajes de papeles vegetales y de arroz
He aquí un catálogo de autorretratos que muestran los distintos juegos de transparencias que permiten los distintos gramajes
Papel vegetal de 90gr, 160 gr, 230gr
Papel de arroz en crudo
Papel de arroz con terminación de alumbre
“El azul da a los demás colores su vibración”, Cézanne.
“En el caos de la imágen
te presento el Azul universal
azul, un apuerta abierta al alma
una posibilidad infinita
que se vuelve tangible.”, Derek Jarman, Croma.
El azul es un color que me atrapa, me fascina, me hipnotiza y me da paz. Si bien en mis comienzos solo trabajaba con tinta china negra pura, una vez que encontré el azul que me reflejaba, la gran mayoría de mis obras están hechas y pensadas desde el azul.
Mas allá de ser mi favorito, el azul tiene su mágia propia. Proviene del indigo natural, que es un pigmento extraído de plantas. Para obtenerlo hay que someter a un proceso de fermentación de las hojas y los tallos internos de las plantas para obtener indigotina.
Los procesos de teñido con índigo orgánico funcionan al sumergir las fibras textiles en un baño alcalino con ese pigmento, y luego dejar airear, ya que la indigotina necesita oxidarse para convertirse en índigo.
El pigmento funciona como un hongo, que puede revivirse infinitamente para teñir. El azul es el color mas resiliente del pantone.
Acá un registro del curso que hice en teñido con índigo orgánico.
Exploración & análisis: recurrir a la tridimensionalidad para indagar en las distintas formas vinculares entre los módulos: mutualismo, comensalismo & parasitismo.
Las obras finales traducen los patrones de crecimiento de los distintos hongos, extraídos de los elementos biológicos germinados, en un campo de juego en tinta china & pluma
donde cada hongo se representa con un módulo dibujado a partir de infinitas líneas
A veces necesito que los módulos sean de “carne & hueso” para poder indagar en la simbiosis entre las colonias.
He aquí una secuencia de registros de los módulos construidos con la lógica origami en papel vegetal
medio: hoja de papel vegetal de 90gr
intervención: origami
formato: a6
temporada: invierno 2022
Otras de mis experiencias en Japón fue ir a conocer la casa y taller de Osamu Noguchi. Cerca de Takamatsu, una ciudad portuaria, la casa-taller se implanta en una colina y se trata de varios edificios aislados que van acompañanando el terreno y que al recorrerlos logras tener una visual distinta del pueblo que se extiende por debajo. Es como si Noguchi mismo fue tallando el paisaje con las construcciones.
Para mí el valor más grande de esa visita excede el de poder ver sus piezas: entender cómo trabajaba, sus procesos creativos, ver las herramientas y los distintos espacios de trabajo que tenía, así cómo el respeto que sentía hacia el sitio dónde estaba asentado y su conexión con la naturaleza nativa.
Siempre hablo de la intervención de la tinta china, pero pocas veces hago foco en el papel, que es el que recibe.
Cada obra está compuesta por varias capas de papel vegetal y/o de arroz en distintos gramajes. Su función no es solamente el de recibir la tinta, también permite el juego de ausencia/presencia de los dibujos en tinta china que se genera al superponerlas.
Me gustaba la idea de traer el concepto de kintsugi a mi obra. La técnica milenaria japonesa busca revalorizar lo roto a partir de la reconstrucción de piezas de porcelana con oro.
En mi interpretación del kintsugi, tomo los papeles vegetales y de arroz, que uso para mis obras, como reemplazo de las porcelanas, ya son soportes súper frágiles y delicados.
La intervención consiste en generar rupturas en los papeles y con hilo orgánico de algodón los vuelvo a unir.
Varios ejemplos de trazos en tinta acuarelable sobre hojas de papel de arroz en crudo y con terminación de alumbre.
Si bien mis herramientas son escasas (papeles vegetales, tintas chinas y plumas), varían los grosores de las plumas metálicas para obtener distintas densidades de los patrones y variación de gama dentro de un mismo color de tinta china.
Papel de arroz:
La superficie orgánica del papel de arroz hace que la tinta penetre en sus fibras y los trazos resulten más “despeinados” producto de la absorción del tejido del papel.
Se utiliza este recurso para situaciones muy particulares dentro de las obras, a modo de dar al ojo un respiro de tanta repetición precisa ya que la tinta acuarelable sobre estas superficies porosas, son menos predecibles e incontrolables.
Papel vegetal:
La superficie impermeable del papel vegetal permite que la tinta china ruede de manera continua sobre el papel. Los trazos son precisos y limpios.
Desde chica sentí una profunda conexión con la cultura japonesa y su filosofía de vivir, y creo que mis obras reflejan muchos elementos que tomo de ahí. La importancia de la luz, la nobleza de los materiales, la pluma y la tinta china, y la valoración del velo: ese juego de ausencia/presencia que se desata a partir de la sucesión de capas de dibujo superpuestas que hace que sea difícil identificar que hay por detrás. El acto de desvestir.
Tuve la suerte de visitar en varias oportunidades Japón. Y en una de ellas, fui a Hakone, para subir al Monte Fuji en bici, y me hospedé por unos días en un ryokan aprendiendo caligrafía japonesa con la dueña, que era hija de un calígrafo del pueblo.
Le conté que mi perra se llamaba Inu (犬) y me enseño a dibujar su kanji.
Acá algunos registros de ese momento mágico y otro de mi Inu en el taller, que cuando se pone chinchuda, le digo Inés.
Es necesario el silencio para realmente escuchar.
Dibujar en silencio para escucharme y escuchar al dibujo.
´Dibujo sonoro´ es un proyecto que nace al grabar los distintos rítmos de los trazos que hago al dibujar.
las líneas se convierten en pulsaciones que van cantando una canción que todavía no sé cual es.
un proyecto que sigue en fase experimental.
pero voy descubriendo que no solo la variación en la gradación de las plumas metálicas generan un sonido distinto, si no que también varía con el color de la tinta china (la blanca es mas espesa).
En la tercera etapa se toman los registros de la etapa anterior para realizar las plantillas de dibujo que se utilizarán en las obras en tinta china y plumas.
Consiste en traducir los patrones de los hongos, fruto de su germinación, en un sistema de puntos y módulos, que conforman las plantillas de dibujo.
En algunas ocasiones las plantillas se generan con los patrones de una sola especie en distintas etapas de su germinación, y en otras están compuestas por distintas especies.
La segunda etapa del proceso consiste en el registro sistematizado de los patrones de los hongos a partir de escaneos, fotografías y videos.
Es una tarea que se realiza varias veces durante el período de germinación para poder tener contabilidad de la evolución de los hongos a través del tiempo.
déjalo (mor)ir: aborda el vínculo entre la vida y la muerte. Ese vínculo vicioso, íntimo y continuo. Es lo que sucede cuando la belleza muere y deja nacer una nueva forma de preciosura.
Es el punto de partida de las obras a producir: creación de hábitats ideales para que se germinen colonias de hongos en distintos elementos naturales. La idea es estimular la putrefacción para que den lugar a los rastros y patrones de colores producidos por distintas especies de hongos.
Procesos.
Primera etapa: dejar (mor)ir especies para que nazcan sus colonias de hongos.
Segunda etapa: período de registro, investigación y estudio de los patrones de crecimientos de los hongos provenientes de la etapa uno
tercera etapa: armado de plantillas de dibujo. Consiste en la decodificación de los patrones de los hongos en módulos para poder generar las composiciones.
Cuarta etapa: dibujo en tinta china y plumas sobre los papeles vegetales y/o de arroz de las plantillas de dibujo.
La siguiente secuencia de imágenes consiste en un registro fotográfico de los procesos de germinación de los distintos sujetos.
Grafopoiesis o la capacidad viva del dibujo ingobernable
Las obras que componen Lo ingobernable fueron hechas por Mischa Dabul con un único y muy personal procedimiento, echando mano de las mismas herramientas y materiales para todo el conjunto. Sin embargo, tratar de identificar cada uno de sus elementos sería un acto asombrosamente artificial puesto que al observar sus delicadas piezas podemos inferir que la vida, en su ingobernable brotar, las realizó.
Todo ser vivo es, según el biólogo Humberto Maturana, un sistema cerrado que está continuamente creándose a sí mismo y, por lo tanto, reparándose, manteniéndose y modificándose. El ejemplo más simple que podemos imaginar es el de una herida que, más temprano que tarde, sana. En este punto, la biología y la filosofía se dan la mano –o el codo– para ponerle nombre a la capacidad creativa de lo vivo: la poiesis . Estamos frente a un acto de pura poiesis –señala Martin Heidegger– cuando observamos «la flor florecer, la mariposa salir de su capullo, o la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse». Vivo es todo lo que está cambiando. Las obras de Mischa Dabul son también el indicio de una vida desplegada –una gráfica vital, un lenguaje recientemente pronunciado–; en tanto vida, ella participa como herramienta y materia; es tan herramienta como el plumín y tan material como lo son la tinta y el papel.
Es tal el grado de identidad entre las partes –insisto ¿acaso no es Mischa ella misma un procedimiento?– que esta exposición podría pensarse como una vivisección de la artista: obras a flor de piel que son también cuerpos ocupando, junto con las personas que lo visiten, el espacio de la sala. Los leves paneles de tintas azules y reminiscencia japonesa tienen, curiosamente, la misma altura que la artista; paneles en los que la translucidez deja en evidencia el proceso de sumar capa sobre capa y así ir descubriendo –¿o será cubriendo?– lo que habita en lo profundo de la esencia; paneles que muestra una grafopoesis, o la capacidad viva de un dibujo que se fue dictando a sí mismo mientras la artista apenas parecería intervenir, dejando que su hombro, brazo, codo, mano, dedos, sean simples instrumentos de eso que crece en azul o en negro, allí, frente a sus ojos.
En otra parte de la sala, abriéndose a una poética más doméstica encontramos una mesa –signo preferencial para representar el trabajo– que da cuenta de cómo la artista procede en su tarea de escuchar al dibujo. Está cubierta por las obras tal como son realizadas antes de colgar verticales. Para apreciarlas en sus detalles, tenemos que inclinar nuestro cuerpo y adoptar un gesto que se parece mucho a la entrega; se nos invita a girar alrededor de la instalación dada la capacidad de ser observadas sin un punto de vista privilegiado.
Me gusta imaginar a un Dios que, en lugar de jugar a los dados, está hace un rato con la mirada fija pero perdida en algún punto lejano garabateando dibujos sobre un papel cósmico. Un Dios que se deja llevar por esa guía que, antes de apoyar el plumín, ya existía en forma de tinta líquida e informe. Una guía que se encauza al tocar el papel en una, dos, tres, cientos de líneas concatenadas. Líneas que dan la trama de una piel que crece sin más dirección que aquella dictada con tal sutileza que apenas sí se escucha su voz. Porque cuando observamos las obras de Mischa Dabul tenemos la intuición directa de que existen otros tiempos y otros espacios; sus obras son indicios de que es posible, de que todavía quedan líneas que fugan al ritmo del día a día. Frente al atolladero al que nos empuja la prepotencia de un tiempo que no para y un espacio cada vez más reducido al ámbito doméstico, los extraños grafismos epidérmicos de Mischa exponen, con sutileza, un modo de estar vulnerables pero presentes, demasiado presentes.
Mariana Rodriguez Iglesias, Primavera 2020
En la oscuridad, almas razonables sueñan del mismo modo
Partimos de la base de que la única constante en la vida es el cambio. Pero por algún motivo fomentamos una cultura de lo heredado, lo eterno y lo estático.
Byung Chul Han explica en su libro Shanzhai que en Oriente las obras de arte son piezas dinámicas: los artistas van creando colectivamente una misma obra, replicándola a lo largo del tiempo y es eso lo que le da valor.
La propuesta de esta exhibición consiste en generar un paisaje dinámico, donde se presenta al dibujo como una obra mutable.
La luz, la sombra y la oscuridad introducen lo dinámico en la obra estable. Un juego de luz y sombra en el paisaje que, al tiempo de la contemplación, es ausente y presente.
Mischa Dabul
La automatización y robotización de las luces serán controladas a partir de un programa denominado Domótica para que la sucesión de luces proyectadas sobre las obras, puedan ir dimmerizandose automáticamente y así generar el paisaje ausente/presente.
El concepto dinámico para la muestra solo pudo ser pensado a partir de la colaboración con Arturo Peruzzotti, Jose Maserazzo, Agustina Alvarez Costa y Agustín Cosenza. Peruzzotti, arquitecto especializado en iluminación y en el estudio de la misma, fue quien ideó y diseñó la composición lumínica capaz de generar ese juego sobre las obras. Maserazzo y Alvarez Costa fueron los encargados del hardware de la propuesta.
Piano por Gastón Baremberg
Ahí, en la oscuridad (donde las almas razonables sueñan del mismo modo), crecen los hongos; seducen a las hojas de papel vegetal & las colonizan, dejando sus huellas en tinta china
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Una historia de cómo la hoja de papel vegetal vírgen, transparente & ausente, se deja invadir por las distintas colonias de hongos
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Produccion digital por ETER Studio
@eter__studio